domingo, 2 de febrero de 2014

El Parque Natural de Sierra de Lújar congelado



La Asociación Buxus denuncia que las presiones de los colectivos de cazadores y grandes propietarios paraliza la declaración del Parque.

Tras más de dos años de gestiones, recogidas de firmas, charlas informativas y campañas de difusión la propuesta de Parque de Sierra de Lújar permanece paralizada.

Las presiones de los colectivos locales de cazadores y propietarios unidas al temor de los alcaldes y alcaldesas de los municipios afectados a que esta oposición pueda significarle una sangría de votos en las próximas elecciones municipales, hace que los ayuntamientos de los municipios directamente afectados mantengan posiciones muy divergentes.

Así, municipios como Gualchos-Castell de Ferro, Motril o Torvizcón se han pronunciado a favor conscientes de que esta figura es un reclamo turístico de primer orden y que posibilitará la llegada de ayudas que, aunque escasas, siempre serán bienvenidas. A esto se suma la certeza del valor añadido que para cualquier producto local tendría poder contar con la denominación la  marca  Parque Natural, por lo que no es de extrañar que hayan sido las empresas de servicios turísticos, alojamientos rurales y colectivos ciudadanos los que más fervientemente hayan apoyado su declaración.

De otro lado se encuentran los municipios que portan mayor territorio al parque. Mientras que Órgiva y Vélez de Benaudalla mantienen un silencio ambiguo, Lújar se ha posicionado claramente en contra, aunque en privado sus dirigentes muestran una actitud más favorable. En estos municipios el peso de los colectivos de cazadores, que se han declarado beligerantes contra la propuesta, se suma a la de algunos grandes propietarios con gran influencia sobre las autoridades municipales.

Desde la Asociación Buxus no dejan de denunciar, no obstante, las contradicciones en estos casos: mientras se niega la figura de parque, los ayuntamientos piden y consiguen subvenciones para la construcción de centros de interpretación, museos o cursos de formación de guías turísticos de la naturaleza, un contrasentido que, denuncian, demuestra hasta que punto llega la improvisación en la gestión del patrimonio natural y de los recursos económicos públicos.

Mientras esta situación continua las oportunidades se pierden. A juicio de los conservacionistas se está dejando escapar una oportunidad única en un periodo de  crisis como el actual donde esta marca de calidad podría estar revirtiendo sobre los ciudadanos.

Tampoco queda fuera de sus críticas la actitud de la Junta de Andalucía, que desde el primer momento se ha declarado imparcial en un juego que según la Asociación Buxus debiera estar jugando en primera persona, ya que se trata de proteger valores ambientes, culturales y paisajísticos irremplazables.

No obstante la Asociación no pierde la esperanza y seguirá batallando por esta propuesta. Entre las acciones inmediatas se encuentra la realización de un audiovisual sobre la propuesta y trasladar la batalla legal al ámbito de la Unión Europea. “Quizás desde lejos los árboles permitan ver el bosque”, han manifestado.

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